Depende de varios factores: el tipo de vivienda, la orientación, el aislamiento previo o el sistema de climatización. Pero en términos generales, un cerramiento mal aislado puede suponer hasta un 30 % de pérdidas energéticas en invierno… y otro tanto en verano. Eso significa que tu calefacción y tu aire acondicionado trabajan el doble de lo necesario.
En cambio, un cerramiento de aluminio con rotura de puente térmico, doble acristalamiento y un buen sellado, puede reducir ese gasto energético entre un 20 % y un 40 %, según datos de IDAE y estudios del sector.
Imagina una vivienda media en Madrid con una factura energética anual de 1.200 €. Aplicando ese porcentaje de ahorro, podrías estar dejando de pagar entre 240 € y 480 € al año. Y eso sin contar el aumento de confort, la revalorización de tu vivienda y la reducción de emisiones contaminantes.
El aluminio moderno ha evolucionado mucho. A diferencia de generaciones anteriores, los nuevos sistemas de carpintería de aluminio incorporan tecnologías que lo convierten en un material altamente eficiente:
Además, es un material 100 % reciclable, resistente al paso del tiempo, y visualmente adaptable a cualquier tipo de proyecto.
A menudo hablamos de cerramientos como una estructura que “cierra” un espacio. Pero en realidad, un cerramiento bien diseñado abre posibilidades. Permite integrar una terraza al salón, convertir un porche en comedor, crear un espacio de trabajo o simplemente disfrutar del silencio y la luz natural durante todo el año.
En ciudades como Madrid, donde las temperaturas pueden variar más de 35 °C entre estaciones, este tipo de intervención marca una diferencia real en el confort térmico. No solo en viviendas unifamiliares, también en áticos, pisos interiores o locales comerciales.
Es muy común. Muchos hogares cuentan con cerramientos instalados hace más de 10 o 15 años, cuando las normativas energéticas eran distintas y los materiales menos eficientes. En esos casos, renovar la estructura puede suponer una mejora radical.
Los nuevos sistemas que instalamos en Aluminios Jovi ofrecen una eficiencia mucho mayor, y además, permiten opciones personalizadas: cristales inteligentes, control solar, apertura motorizada o integración con domótica.
A veces, el miedo a la inversión inicial frena la decisión. Pero si piensas en términos de rentabilidad, un buen cerramiento se amortiza en pocos años gracias al ahorro energético. Y a partir de ahí, todo son beneficios: más luz, más confort, menos ruido y más valor para tu vivienda.
Además, en algunos casos es posible acceder a ayudas para la mejora de la eficiencia energética, que pueden reducir parte del coste inicial. En Aluminios Jovi podemos orientarte sobre ello si lo necesitas.
Cada vivienda es distinta. Y por eso, antes de tomar decisiones, lo ideal es contar con asesoramiento profesional que evalúe tu caso. Si te interesa mejorar la eficiencia de tu hogar, optimizar tu consumo y ganar confort, en Aluminios Jovi estaremos encantados de ayudarte.
Sin compromiso. Solo con la certeza de que estás dando un paso hacia un hogar más eficiente, más cómodo y más inteligente.